Las cosas de la vida, la tecnología y la inmensa buena voluntad de la gente.
Así fué que Germán Stoessel, de profesión ing. agrónomo, de hobby "cartero", neuquino, consiguió una dirección de e-mail del Dr. Abel Vallejos.
Lo dicho, el transcurso de la vida nos llevó a volver a encontrarnos por este medio.
Abel es médico, casado con Patricia, dos hijos, grandes. Está trabajando como médico en el Hospital de Faro.
Nos pusimos en contacto, él no recuerda mi cara, yo no sé si lo reconocería con 27 años más, probablemente si. Los rasgos cambian, los gestos son casi inmutables y característicos de cada uno.
Gracias, Germán por tu gestión, gracias Abel por contestar.
Vos también podés contar, ¿querés sumarte al blog como autor?
¿Quién más de los VGM se anima? De a poco todo se puede.
Un fraternal abrazo.
Pancho
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas
Ya te lo dije ayer: Te tengo un profundo respeto (Y vos sabes que no me pasa con muchos). Tenés mucho para dar. El que quiera oir que oiga. "Dios nunca se equivoca" dice un mail que me mandaron hoy. Me hizo reflexionar. Me parece que ya pasaste por casi todas las situaciones que plantean esas estrofas tan ciertas de Rudyard Kipling en el "SI", hasta su estrofa final cuando dice "Si puedes valorar al implacable minuto con el valor de sus sesenta segundos hasta su meta final, Tuya será la Tierra y todo cuanto ella contenga, y lo que vale más serás un Hombre, hijo mío".
ResponderEliminarHas echado a rodar la pelota. Que mérito enorme. Dios dirá como sigue la historia o hasta donde llega. O cuantos se suman. En fin...
Eso si, como siempre, al final llegarán los que te dicen como hay que hacerlo.. (jaja te suena conocido?).
Un abrazo enorme y muchos cariños a tu mujer y los chicos.
Luis.
Pancho, me alegra conocerte personalmente y sobre todo que me visites,siempre estan abiertas las puertas para recibirte.
ResponderEliminarMe emocionaste un monton con tus relatos,recuerdo cuando chico estabamos en guerra y mi madre y mi abuela tejian guantes y gorros para mandar a los combatientes, yo vivia en san pedro de jujuy donde naci.
Sin duda es una marca imborrable que llevamos los Argentinos y los valientes que participaron.Te felicito y animo a seguir adelante, no hay que callar, hay que dejar huella para que sigan las proximas generaciones.Un abrazo.
Diego Luque