lunes, 17 de noviembre de 2014

Meditación de un Veterano de Guerra. No es para todos, solo para muchos

Y seremos viejos jubilados. nostálgicos y agradecidos por la experiencia vivida. Las nieblas del tiempo platearon nuestras sienes e iluminarán esos duros momentos vividos, recordados por esa extraña y fuerte camaradería generada por vivencias extremas, compartidas en tiempo pero, muchísimas veces, no compartidas en espacio.
Pasarán los años y nos iremos callando uno a uno, acompañados física y espiritualmente por nuestros hermanos de guerra.
Olvidados por demasiados, sorprendidos por la ingratitud recibida, fortalecidos por la compañía y contención de nuestros camaradas. Recibidos por los centinelas que quedaron custodiando lo tan, en ese momento, deseado y querido rincón de la Patria, reforzando la guarnición que en número de Batallón quedaron custodiando desde que pusimos pie en las Islas, y que siguen ahí, en tierra y mar.
No puedo entender la reacción de los muchos que se quedaron en el continente, para con nosotros. Si todos teníamos una misión que cumplir, los que fuimos, los que se quedaron, los que no participaron, los que en casa sufrieron, los que después olvidaron.
Nosotros sabemos que dimos todo lo que pudimos, ¿será que muchos piensan, arrepentidos,que lo de ellos no fue así?
¿Será que muchos que se quedaron, celosos por lo no vivido, quisieron borrar la realidad de lo sucedido?
Si lo que quisimos fue contar la experiencia, compartirla, evaluarla, capitalizarla. No vine con recriminaciones, vine con esperanza de poder construir algo mejor.
¿Qué es lo que realmente provocamos en mucha gente para ser tan molestos?
¿De qué estamos llenos los Argentinos qué no podemos admitir al otro, nuestro prójimo, con su experiencia, con su opinión, con su pensamiento, con su cultura, si son diferentes a los propios?
No quiero que me apruebes, solo que me escuches, medites y evalúes.
Moverse constantemente no significa que indefectiblemente se avance, quizás no sea hoy nuestro tiempo y será así que deberemos escribir, relatar, filmar y dejar esparcidos en muchas partes nuestro testimonio.
Con el tiempo, probablemente mucho pero mucho tiempo, alguien algo encontrará y todas las vivencias relatadas se conocerán. Quizás cuando los archivos sellados del Reino sean abiertos por contraposición y comparación se completará el rompecabezas de la historia que queremos armar.
Aquellos que todo quieren borrar no consiguen su propósito. La energía de lo vivido no se pierde, se podrá dispersar y se reunirá en su debido tiempo, que muy difícilmente nos tenga acá.