sábado, 9 de octubre de 2010

LLamamos héroes a cualquiera

Heroíco

1. adj. Se dice de las personas famosas por sus hazañas o virtudes, y, por ext., también de las acciones.

Acá está la clave no solo hazañas, también virtudes por eso la consideración que le damos a todas aquellas personas que se destacan en un ambiente no bélico por su accionar, su coherencia.
Hazaña se puede realizar en cualquier contexto, no solo en la guerra.

De todos modos, la consideración de que una persona sea un héroe es de terceros, no de uno mismo. Probablemente ese héroe considerará que "cumplió con su deber", "en la misma circunstancia habrías hecho lo mismo", "gracias, dicho tímidamente". Conoce gran parte de sus miserias, que invariablemente salieron a la luz en circunstancias "heroicas" y admira las virtudes de otros en iguales circunstancias.
No coincido que con el concepto de que son solo héroes los que murieron en la guerra de Malvinas. Morir es una circunstancia que Dios nos da a su debido albedrío. Nos llama cuando cree que ya transcurrimos nuestro tiempo en este mundo. Hay muchos héroes vivos, aprovechemoslos en vida para que nos transmitan sus vivencias y nos sirvan.
Comparto lo expresado por algún otro forista que hay muchos héroes anónimos que cumplen con su cometido, destacándose por sus virtudes en sobrellevar la vida cotidiana con todos sus sinsabores, dificultades, inconvenientes, satisfacciones y alegrías.
Hay hombres y mujeres que son héroes por que su hazaña es usar, todo el tiempo, sus virtudes pese a la adversidad y llegando al objetivo, de bien común, que eligen y se proponen. Caso ejemplar el de Favaloro.
Conozco héroes de Malvinas, que lo son por lo que hicieron y se jugaron por el solo hecho de saber y querer hacer las cosas como se deben, evaluando el riesgo y trayendo a todos vivos.
Somos amantes de los extremos, todo es terrible o todo es glorioso. Ni una cosa, ni la otra.
No hagamos declaraciones grandilocuentes, ni nos rasguemos las vestiduras como los fariseos en el Templo alabando a los ejemplares héroes muertos, olvidándonos inmediatamente del libreto. Brindemos nuestros dones, como la viuda que ofrecía dos pichones porque era todo lo que tenía, siguiendo el ejemplo de los héroes que verdaderamente saben que hicieron solo lo que debía hacerse.
En este punto seamos amarretes en la evaluación y elección de quienes son los héroes y generosos en calidad en su homenaje.
Disculpen el párrafo.