martes, 13 de julio de 2010

Reencuentro

Fin de 2009, me comunico, finalmente con la mujer de Abel Vallejos, Patricia. Acordamos que Abel se va a comunicar conmigo en algún momento entre guardia y guardia en el Hospital de Faro, en Portugal.
Así fué que una tarde me suena el teléfono, ¿y quién estaba al habla? Mi querido Abel, 27 años habían pasado desde la última vez que nos hablamos.
Charlamos de la vida de cada uno, de nuestras familias, de nuestras vivencias, de nuestros achaques, de nuestros recuerdos.
"Vamos en Febrero para allá", me dice.
"Entonces nos vemos", le digo, "Quiero verte".
Seguimos hablando de lo que Malvinas significó y significa para cada uno de nosotros, y seguimos hablando. Él puso un telón luego de lo vivido y más cuando se dió cuenta que su vida no estaba acá. Así fue que terminaron en África, donde él era el médico entre 75.000 habitantes.
Me dice: "¿Tenés lugar en tu casa para nosotros?"
Sí, le contesto, te voy a buscar a Ezeiza, ellos luego se iban a Neuquén a ver a los padres de Abel, con los padres de Patrgicia, que venían de Concordia, Entre Ríos.
De ese modo, a principios de febrero nos juntamos 4 Veteranos de Malvinas, Oscar Minorini Lima, Jefe de la Ca Ing 9, Leandro Villegas, abanderado (el oficial más moderno de la unidad en ese momento), Abel Vallejos, médico y yo con Patricia, la mujer de Abel, Margarita, mi esposa y mi hija Victoria.
Larga noche, de diluvio, casi universal, asado en parrilla con campana, sin toldo, lo disfrutamos en tranquilidad con la solidez de una relación consolidada en las duras experiencias vividas en común, aunque cada uno tenía una parte de la historia. De Malvinas, habremos hablado 15 minutos de las 5 horas que compartimos. No más, pero fue suficiente para darnos cuenta de cuan grande es la subjetividad de cada uno.
Cada uno tiene una parte de ese enorme capital que es la historia de lo vivido, lo sentido, lo marcado en nuestro espíritu. Cada parte calza entre las otras partes como engranajes en una caja de cambios y así cuando encontramos la combinación correcta le vemos el sentido a lo que no lotenía y la consecuencia de la causa.