martes, 4 de agosto de 2009

37. Se movió la estantería y fin de la historia

Después del post de El regreso es poco a poco, se me movió la estantería y fuerte, es ahí cuando uno empieza a darse cuenta que hay que buscar la razón por la que los Veteranos de Guerra, no quieren hablar.

Por mi experiencia, la guerra al ser una generadora de crisis infernales en los directos protagonistas del conflicto, nos lleva a lo más primitivo y profundo de nuestro instinto de conservación. En esa situación se ven las virtudes de los otros y se palpan extensamente todas las propias miserias. No es agradable y se genera un enorme deseo de tirar el tiempo para atrás y hacer las cosas de otro modo, del que pensamos que es correcto y no el modo en que nos salió. La vergüenza, no es un ratito como dijo un preclaro político argentino, el Concejal Constanzo, te dura demasiado tiempo. Por eso, no hablás y no te podés dar cuenta que a los otros les puede pasar lo mismo, ves virtudes ajenas y miserias propias.
A veces pienso que es pudor de mostrarse desnudo ante los demás frente al miedo, a la angustia, a la desesperación de no saber como manejar todo eso que bulle dentro nuestro. Sobre todo las miserias.
Uno tiene la certeza que tiene miedo, que algunos, solo al principio, no sabían manejarlo y otros, que supimos hacerlo en escasos momentos.
Para mi, valiente no es aquel que nunca tiene miedo. Ese es un temible temerario que puede llevarse, y llevarte a la muerte sin saber. Valiente, desde mi punto de vista, reitero, es aquel que teniendo miedo, sigue conscientemente adelante para cumplir un objetivo para beneficio de otros y consciente del riego que corre, lo hace sobreponiéndose. A ellos, todo, pero todo mi respeto y gratitud porque lo hacen pensando en cuidar al prójimo.

No es, ni ha sido mi caso. Lo mío fue... que se yo, que fue. Supongo que mi Ángel de la Guarda, trabajó a mil durante todo ese tiempo y le estoy profundamente agradecido porque me trajo de vuelta, porque volví a la Iglesia, porque pude ver y vivir muchísimas cosas, que mejor si las evitás, pero que si no sería estúpido no capitalizarlas.

Agradecido por la familia que formamos con mi mujer, a quien conocí a mi regreso, y que desde hace 25 años me viene bancando con todos mis rayes (locuras) y periódicas crisis, cada vez más espaciadas. por los dos maravillosos hijos que criamos y que son luz para mi vida.

Algunos resabios que me quedaron:

Después de 6 meses de pasada la guerra, no pude dormir por 4 meses más de dos horas por día, por suerte me recuperé a pleno.
No puedo estar en lugares oscuros u oscurecidos.
No pude presenciar el parto de mi hija mayor, 5 años después de la guerra, porque no podía entrar ni a un quirófano, ni a una sala de partos.

Todo necesita un cierre, y aunque quedan cosas en el tintero, no es este el momento de seguir escribiéndo. Ahora viene un periodo de reflexión y si Dios quiere, más hechos, anécdotas y personas surgirán en el recuerdo y serán volcadas.

Gracias por leerme, me encanta saber que lo han leído y me encanta saber su opinión, cualquiera fuese. Escriban los comentarios que les surjan, manden mail, los contestaré, pongan sus impresiones.

Un abrazo fraternal, los que me conocen personalmente saben que soy así, jodido, ácido pero fraterno.

Buenas noches.

3 de Agosto de 2009

8 comentarios:

  1. Jodido, ácido y fraterno....te conozco desde que nací, fuiste parte y testigo de cada etapa de la vida de nuestra familia y nosotros de la tuya, y aunque sabía nunca supe, nunca te escuché, nunca te pregunté y si alguna vez lo hice, creo que contestaste con algún chiste o ironía...que valiosa es la palabra escrita. Me conmoviste profundamente.
    Un abrazo enorme, Tivi, la gallega

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  2. Pancho. Gracias por compartir tu historia. Es una novedad para mi; te crucé varias vaces por los pasillos de la oficina sin imaginarme apenas todo esto que escribis. Te felicito por tus agallas y por como seguiste adelante a pesar de todo el horror que significa una guerra. A tu pedido nos gustaría compartir tu historia en el news de la empresa para que mas gente conozca lo que viviste. Un abrazo enorme. Gise

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  3. Gracias por los comentarios, no sé que más decir.

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  4. ME PARECE MUY INTERESANTE TODO LO ESCRITO, HAY ALGUNAS FALTAS DE ORTOGRAFIA, COMO VN, PATRICA, RIEGO Y DEMAS, TE LO DIGO SOLO POR SI QUERES CORREGIRLO.
    TE MANDO UN BESO MUY GRANDE.

    PD ALGUIEN TE DIJO QUE TE PARECES A PAPA NOEL????

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  5. Querido Pancho, sabía porque me contaste de tu participación en la guerra, hace un tiempo largo que estaba por leer este blog, y por una u otra causa no lo hacía.
    Lo he leido, sé que sos jodido ácido y fraterno, y me he reido mucho mucho con tus anécdotas, y quiero decirte que varias veces dejé de leer para secarme las lágrimas, porque te juro que, conociendo que existen los traumas post-guerra, me ha impactado mucho leerlos de la forma que lo has redactado, o sea en primera persona.
    Hermano, conozco otra faceta tuya, y eso me hace respetarte mucho, pero mucho mas.
    Un abrazo, Quique.

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  6. Muy bueno señor jodido, ácido y fraterno! Recalé en este blog buscando un artesano y que me encuentro? Un artesano de las palabras, que sabe utilizarlas para expresar lo más profundo.
    Pasé una etapa parecida sin ir a la guerra, estres postraumático y entiendo por lo que pasaste, no la guerra,lo que vino después. Es bueno poder sacar fuera todo y compartirlo, eso es sanación también. Mis saludos

    Diana

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  7. Pancho, no te conosco y no se como llegué a tu blog, pero después de leerlo de una punta a la otra me siento en la obligación de comentarte acá. Muchos de los que nacimos después de la guerra la vemos como algo lejano, tu relato la acerca y la humaniza, Gracias!

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