jueves, 6 de agosto de 2009

40. No sería justo

No sería justo que dejara en el tintero algunas cosas. Mucho menos justo, aún, si no supiera que lo que hicieron salvó muchas vidas, entre ellas las nuestras, por lo que inteligentemente hicieron.
Quería reflexionar más, pero el acomodar ciertas cosas en un lugar, nos descubre otras olvidadas. ¡Bien sabré de ello!

Lo que no sería justo es no relatar lo que el Jefe de la Ca Ing 9, Mayor Oscar Minorini Lima me contó hace casi 27 años, después de caer prisionero y volver a la Argentina.
Trataré de transmitirlo con sus palabras:

"Me había dado cuenta que los ingleses no bombardeaban los alrededores del poblado. Después que se fueron Uds. aproveché los pozos que dejaron e hice construir nuevos debajo de las casa de los kelpers.
¿Te acordás el primer puesto comando? Debajo de él había unas bases de hormigón como para un montón de gente. Di la orden e hicimos más pozos debajo de las casas. Entonces cuando venían las fragatas, reducía la dotación de cada sección a un suboficial y un estafeta y el resto del personal, a la orden en los pozos debajo de las casas para avanzar sobre las posiciones si existía un desembarco naval o helitransportado.”

La gente ya estaba entrenada en tener que evacuar el poblado en caso que hubiera un desembarco helitransportado, ya que una sección de morteros tenía la orden de arrasar el pueblo en un lapso indicado (1 o 2 minutos para poder evacuar). La idea era reducir al máximo la posibilidad de bajas por el bombardeo de ablande para poder rechazar al enemigo si la tropa desembarcaba. No nos olvidemos que Minorini y Medina se pasaban todos los bombardeos afuera atentos a lo que pudiera suceder.

Los bombardeos eran horas y horas, por ejemplo cuando nos vino a buscar el Bahía Paraíso, zarpamos desde Fox por el Estrecho de San Carlos hasta Puerto Howard, en el Norte de la Isla. Se evacuó a los heridos y cuando regresábamos para el continente volvimos por la misma derrota (no sé porque los marinos llamamos así al camino que recorremos para llegar de un punto a otro del agua, sea dulce o salada). Al llegar cerca de Fox, había dos fragatas listas para su show, pero “lamentablemente” no saben que despacio puede navegar un buque hospital en estas circunstancias, reduciendo de ese modo el tiempo de ataque de los ingleses a su mínima o nula expresión.

Sigue el relato de Minorini Lima, quien habla perfecto inglés:
“Cuando es la rendición, desde un buque de la flota viene un helicóptero con un Oficial Inglés a cargo. Llega y me dice:
- Primero evacuaremos a todos los heridos graves.
- No tengo heridos.
- ¿No tiene heridos?
- No, los últimos los evacuó el Buque hospital.
- Nosotros estuvimos atacándolos fuerte y seguido, no puede ser.
- No los tengo, no hay heridos.
- Bueno, quiero que me entreguen todo el armamento pesado que tiene.
- Dos cañones sin retroceso y dos MAG (Ametralladoras)
- No, no, dice el inglés, quiero los cañones antiaéreos.
- ¿Los cañones antiaéreos? Como no, ¿me acompaña?

Y para el emplazamiento de los “cañones antiaéreos” se fueron.
Acá están los cañones antiaéreos, le dice Minorini Lima mostrándole la combinación de tambores de 200 lts, las chapas acanaladas y los caños de fibrocemento que había debajo de un camuflaje, que regularmente por la noche se movían los caños a una posición distinta, simulando ser el tubo cañón de un antiaéreo que se movía. Todo ello cubierto por tepes (panes de pasto o tierra).
- ¿Cuántos hombres tiene Ud?
- Unos 150 hombres.
- ¿Cómo dice?
- 150 hombres
- No Ud. Tiene 3 batallones, acá hay posiciones para tres batallones. (Unos mil hombres aprox)
- Hay posiciones para tres batallones pero somos la Ca, más la gente de ARA y FAA, total 150 hombres (O más o menos)

Ahí el inglés se soltó y empezó a reirse.
- Lo felicito, le dijo. La primera opción de desembarco era acá, pero como enfrente hay un regimiento y pensábamos que acá había tres batallones pensamos que iba a ser una batalla muy dura, así fue que la opción fue en San Carlos.

Así fue, que no hubiera sido justo si no mencionaba la inteligencia de una persona para salvarnos de una batalla muy dura. Soy civil, fui civil pero recuerdo que en "El Arte de la Guerra" Sun Tzu, dice que las batallas se ganan antes de emprenderlas. Ojalá lo hubieran sabido otros.

A vos, Oscar, también muchas gracias.

Tampoco sería justo si no hablase del, en ese entonces, Subteniente Leandro Villegas, que gracias a ser el oficial más joven, más moderno, usó un chiripá bien patrio, ya que trajo la bandera como tal prenda, preventivamente, debajo de su ropa
La bandera de guerra de la Compañía de Ingenieros de Combate 9 descansa en nuestro suelo.
A vos también Leandro, gracias.

Pancho